LA WHITECHAPEL REAL



Jack 
the ripper


Jack el destripador, fue un asesino en serie extremadamente sádico. En una carta a la policía dijo que hablaba desde el mismísimo infierno, les envió parte de un órgano humano y señaló que continuaría matando, cosa que cumplió antes de desaparecer para siempre. Como un fantasma. 

Nunca se supo quien era o lo que le impulsaba a cometer semejantes atrocidades. 

 Hoy, sus despiadados crímenes siguen siendo objeto de estudio, tanto de profesionales como de aficionados y han inspirado novelas y películas, que narran teorías de una lista demasiado larga de sospechas.


 


Foto de Wikipedia (una calle de Whitechapel en 1905)




Whitechapel,Londres, 1888.

La población ha ido en aumento y a estas alturas ya es muy difícil encontrar trabajo o un techo bajo el que cobijarse de noche. Mucha gente vive en la calle y los que no lo hacen, trabajan en ella mercadeando con lo único que tienen, su cuerpo o robando lo que pueden. Mientras la bebida se ha convertido mas en una necesidad que en un pasatiempo que deslizar garganta abajo, las situación social en Whitechapel va en declive constante. La violencia y los robos están a la orden del día igual que las manifestaciones, los asesinatos y la peor de las miserias.  Lo que no es tan habitual es lo que está apunto de pasar. 

Whitechapel está apunto de ver nacer al primer asesino en serie de la era moderna... aunque el distrito entero hubiera preferido estar mirando hacia otro lado cuando eso pasaba.


foto de wikipedia


31 de Agosto, 8 y 30 de Septiembre y 9 de Noviembre

Mary Ann Nichol, Anne Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly.

Ya son cinco las víctimas, sin lugar a dudas, atribuidas al destripador. La forma de matarlas es demasiado parecida como para ignorar la evidencia. 

Lo que mas preocupa a estas alturas es que sus crímenes cada vez son mas salvaje. Con su última víctima a protagonizado una enfermiza escena de sangre.  Los testigos han quedado conmocionados y la policía es la primera vez que ve tanta sangre rodeando un cadáver tan desfigurado. Ha sido una carnicería.

Sin entrar en mas detalles, las víctimas presentan dos rasgos comunes, han sido degolladas y mutiladas después. La policía está sobrepasada. 

A pesar de que se han multiplicado los agentes en la calle nada parece dar resultado. El asesino se esfuma tan pronto mata y lo poco que tiene la policía llega de la boca de testigos, que a oscuras, en las noches de los crímenes, cuentan lo que han visto. Los sospechosos se acumulan mientras se trabaja sobre las descripciones proporcionadas; un día es un militar, al otro un carnicero, el siguiente un hombre con un mandil de cuero y a veces incluso lo ascienden a médico...

Mientras tanto alguien ha estado entretenido enviando cartas a Scotland Yard. Varias personas, entre ellas se presume que el asesino. Una de las cartas, incluye un paquete con parte de un órgano humano. Esa es la única carta a la que policía da veracidad. Curiosamente esa es de las pocas que no esta firmada con el seudónimo de Jack el destripador. En el encabezado puede leerse, “Desde el infierno” y al pie de página “atrápeme si puede...”.

Aún así algunas cartas, puede que de mano de la prensa,  acaban de bautizar al asesino como Jack el destripador,  un apodo entre tantos que alguien le ha dado.  

Los testigos le han proporcionado al asesino una vaga apariencia, aspecto que varía levemente con cada asesinato cometido, mientras la opinión pública cuestiona a la policía y el pavor en las calles empieza hacer mas daño a la gente que la mismísima hambruna. Ahora las peligrosas calles,  son además terroríficas nada mas se va el sol, la policía transita de incógnito y todo el mundo, sobretodo las prostitutas, vigilan sobre su hombro ante posibles ataques. 

Pero imprevisiblemente, nada mas pasa.

Al menos, nada atribuible directamente al destripador.

Después del 9 de Noviembre, hubo varios crímenes, pero estos no se atribuyen al destripador de forma oficial, pues no tienen tantos rasgos en común como los cinco canónicos (los nombrados arriba). 
El que hubo antes del 31 de Agosto, tampoco forma parte de los crímenes oficiales atribuidos al destripador.

Es casi tan incomprensible el porqué empezó a matar como el porqué dejó de hacerlo. Algunos creen que fuera quien fuera, pudo morir de una enfermedad. Otros opinan que se terminó por suicidar, quizás lanzándose a las frías aguas del Támesis. Algunas veces, señalan que es bastante probable que fuera internado el algún sanatorio psiquiátrico e incluso cabe la posibilidad de que fuera detenido por la policía en relación a otros crímenes.

La verdad es que, llegados a este punto, posibilidades, conjeturas y teorías son lo único que nos queda.

El destripador desapareció, igual que llegó, en las calles de Londinenses envuelto en el anonimato que las noches del peligroso y pobre distrito de Whitechapel.

 

La Serie

La serie Whitechapel, que ahora va por su tercera temporada, es una gran serie. Inicialmente iba a ser una miniserie de tres capítulos, pero tras su éxito se ha ido alargando hasta sumar ya tres temporadas a sus espaldas. Como su propio nombre indica, la primera temporada trata sobre Jack el destripador.

¿Qué pasaría si el destripador matara en la actualidad? ¿Que linea de investigación llevaría la policía? ¿Habría algún agente lo suficientemente loco como para seguir semejante hipótesis? Porque ¿Alguien sería capaz de creer que Jack el destripador, realmente esta aquí? 

La premisa de esta serie es muy interesante. Mientras se produce un incendio en el distrito de Whitechapel, una policía encuentra el cuerpo agonizante de una mujer, cerca de una escuela. Cuando se agacha junto a ella para pedir ayuda, ve a un hombre tras la verja; lleva un cuchillo y bajo la oscuridad es incapaz de verle la cara. 

Lo que al principio parece un asesinato como tantos, desencadena una investigación extraña en la que el pasado se mezcla con el presente.

Para mas inri Joseph Chadler, creyendo que es un caso de asesinato sin mas, se hace cargo de la investigación, con la esperanza de seguir escalando puestos en la policía. Pero para su sorpresa el caso le supera. 

Pese a sus diferencias con sus compañeros aprenderá a ver la vida de una forma diferente y empieza a dudar de que su camino en la vida sea el que siempre han dibujado para él. 

Un punto que hace mas humano a Chadler  es la obsesión compulsiva que tiene por el orden y la limpieza. A veces, con la ansiedad se le acrecienta tanto, que llega a hacerte sentir mal a ti (esto se ve mas en la segunda temporada que en la primera).

Conclusión: una muy buena serie que para mi, tiene su mejor momento en la primera temporada, esta muy bien en la segunda y ahora espero con impaciencia poder ver la tercera.